Homenaje a la figura del mas grande héroe legendario que ha dado España. Nacido en el medievo, castellano por excelencia; tuvo el reconocimiento incluso de sus enemigos que le admiraban, como fue el caso del escritor árabe Ibn Bassam, que al describir el asedio a Valencia lo retrata como uno de los milagros del Altísimo, por la firmeza de su carácter y su valor heroico que le llevaron siempre a la victoria. Héroe de leyenda, sus gestas fueron durante mucho tiempo pregonadas por cantantes y juglares a través de romances y cantares. La plasmación mas poética ha quedado reflejada en "El Cantar de Mio Cid". Acusar al Cid de ser solo un mercenario en tiempos donde reyes cristianos y moros creaban y traicionaban alianzas en pos de intereses propios supone una afirmación demasiado pueril. Han pasado mil años y el Cid sigue cabalgando. La leyenda continua.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Yubayla, castillo de Cebolla, el Puig

Yubayla, en árabe significa montículo. Sobre un montículo que domina la localidad del Puig situada en la comarca de  de l'Horta Nord, a 15 kilómetros de Valencia, existía en el siglo XI una fortaleza construida por los árabes. Dicha fortaleza fue asediada por el Cid y sus huestes en 1092, que terminó conquistándola en 1093.
La fortificó y la rodeo con una villa amurallada, lo que hoy se conoce como el Puig, y allí se instaló para preparar la conquista de Valencia, que culminó el día 15 de Junio de 1094, derrotando a los almorávides.
La Primera Crónica General afirma que el Cid después de cercar Valencia ordenó derribar torres, edificaciones y casas que se alzaban en el entorno de la ciudad, enviando toda la piedra y madera aprovechable a Yubayla para construir la villa junto a su castillo.
Apenas se han descubiertos restos de la antigua fortaleza dispersos sobre el cerro donde se levantó el castillo. Excavaciones realizadas en 2006 y 2007 bajo la torre del homenaje sacaron a la luz restos de cerámica de época islámica del siglo XI y el foso defensivo de la fortificación.
El castillo fue derruido por los propios árabes para que no cayese en manos cristianas ante el avance de Jaime I hacia Valencia.
Ocupado por los cristianos en 1237 fue reconstruido y defendido por una guarnición al mando del noble aragonés Bernardo Guillem de Entenza quien tuvo que enfrentarse a las fuerzas del rey moro de Valencia Ibn Zayyan derrotándolas en la denominada "Batalla del Puig", celebrada según fuentes islámicas el 20 de agosto de 1237 y que ha sido mitificada por las crónicas medievales cristianas.
Tras la incorporación de la localidad y su castillo a la órbita cristiana fue cedida al caballero Arnau de Cardona el año 1240.
El cantar la identifica con el topónimo de Cebolla. Cebolla pare ser una desfiguración castellana de jubayla (que es así como tradujeron los árabes el latín pódium), diminutivo vulgar de "monte".

"Grandes son las ganancias que mio Cid fechas ha;
robaban el campo e pienssanse de tornar.
Entravan a Murviedro con estas ganancias que traen;
grand es el gozo que va por es logar.
Pisieron Cebolla e quanto que es i adelant;
miedo an en Valencia que no saben que se far;
las nuevas de mio Cid sabet, sonando van.




martes, 14 de noviembre de 2017

Palabras del Cid al pueblo tras la conquista de Valencia

  

El 19 de Junio de 1094, cuatro días después de hacerse con el control absoluto de la ciudad de Valencia, en su residencia del arrabal de Villanueva, convocó a los alcaides de los castillos de los alrededores y a los notables de la ciudad y se presentó ante ellos en una sala adornada con alfombras y tapices, invitándoles a acompañarle para decirles lo siguiente:
   "Yo soy hombre que nunca he reinado, ni tampoco nadie de mi linaje, pero desde el día que contemplé esta ciudad me agradó tanto y deseé tanto hacerla mía, que comencé a rogar a Dios Nuestro Señor que me la pusiera en mis manos; y ved cuan grande es el poder de Dios, que el día que yo llegué a Yubayla, solo tenia cuatro panes, y ahora Dios me ha dado Valencia y soy el dueño de ella. Y en adelante, si yo fuere justo en su gobierno, el Señor me la conservará; pero si yo obrare mal por injusticia o soberbia, sé que el mismo Señor me la arrebatará.
   A partir de hoy cada uno de vosotros vaya a sus heredades y vuelva a poseerlas como antes. Si hallare su huerta o su viña sin cultivar, puede ocuparla en el acto; y si la encontrare cultivada, abone al que la labró todo su trabajo y todos los gastos que hizo y recupérela, como manda vuestra ley.
   Además he ordenado a los que deben recaudar los impuestos en la ciudad que no tomen mas el diezmo, conforme a la ley coránica. También he dispuesto destinar dos días a la semana: lunes y jueves, para oír vuestros pleitos; y si surgiere algún litigio, que no admita demora, podéis acudir a mi cualquier día, porque yo no pierdo el tiempo con mujeres, con canciones, ni bebiendo, como lo hacían vuestros señores, que no tenían tiempo para recibiros. Porque yo quiero resolver personalmente todos vuestros problemas y ser para vosotros un compañero mas, como un amigo para su amigo o un pariente para su pariente; yo quiero ser vuestro alcalde y vuestro alguacil y cada vez que tengáis alguna diferencia, uno con otro yo la solucionare." (1)

   También habló para los musulmanes:
   "Me han dicho que Ibn Yahhaf cometió ciertos atropellos contra algunos de vosotros, que os tomó vuestros bienes para obsequiarme a mi con ellos, y que puso por disculpa que ésos, a quien les tomó los bienes, se habían aprovechado del asedio para vender el pan muy caro; yo no quise aceptar tal regalo y jamás aceptaría tales presentes. Porque si yo quisiera tales regalos, yo mismo los cogeria, y no se los pediría ni a el ni a ningún otro. Quiera Dios que yo nunca quite a nadie lo suyo sin razón.
   Y a aquellos que vendieron sus productos y obtuvieron sus ganancias honradamente que Dios se lo acreciente; y a aquellos a quienes les fueron arrebatados algunos bienes, vayan a Ibn Yahhaf, que yo le ordenare que os lo devuelva todo.
   ¿Sabéis el dinero y las joyas que yo requise a los emisarios que iban a Murcia? Todo aquello era mío, porque yo lo gane por derecho de guerra, y se lo tomé a los que faltaron a lo convenido conmigo; y aunque me apoderé d ello con todo derecho, quiero ahora devolverlo hasta el ultimo ochavo, para que no pierdan de ello sus dueños ni poco ni mucho.
   Quiero que me prometáis y juréis lo que os voy a indicar y que no os apartéis de ello, ni lo dejéis de cumplir nunca, a saber: que series obedientes a mis ordenes y que cumpliréis lo que habéis acordado conmigo, porque yo os quiero bien y quiero preocuparme por vosotros y por vuestras cosas y tengo gran pesar por lo que tuvisteis que sufrir de hambre y mortandad.
   Si lo que habéis decidido al final, lo hubiereis hecho antes, no hubierais llegado a donde llegasteis, a comprar el cahiz de trigo por mil maravedíes, que yo os lo hubiera dado por un solo maravedí.
   Ahora habitad tranquilos y seguros en vuestra tierra, porque yo he prohibido a mis hombres que entren en vuestra ciudad a comprar o vender; le he mandado que lo hagan en el arrabal de Alcudia. Y lo hago para no molestaros. También he ordenado que no entre nadie con un esclavo en la ciudad y, si entrare, liberad al esclavo y dad muerte al que lo introdujo." (2)

   Y aún añadió mas:
   "Yo tampoco quiero entrar en la ciudad ni plantar mi morada en ella; voy a elegir junto al puente de Alcántara un lugar, donde acudiré a veces y que tendré siempre preparado para cuando lo necesite." (3)

(1) Menéndez Pidal, Primera Crónica General, pp. 588-589
(2) Op. cit., p. 589
(3) Op. cit., p. 589

domingo, 4 de junio de 2017

Garcia Ordoñez, conde de Najera

Enconado enemigo de Rodrigo, a quien envidiaba; aunque en un principio no fue así y eran buenos amigos, aceptando Garcia Ordoñez ser su fideiussor, actuando como garante o avalista de arras y de la profiliatio (documento por el cual Rodrigo y Jimena se nombraban uno al otro herederos universales de todos sus bienes que a su muerte pasarian a sus descendientes).
No se conoce fecha exacta de su nacimiento, si de su muerte, acaecida el día 29 de Mayo de 1108 en el transcurso de la batalla de Ucles.
Garcia Ordoñez, conocido como "Garcia de Grañon",  apodado "El Crespo" y "El Boquituerto", era hijo del conde Garcia Ordoño Ordoñez y Urraca Garcia. Descendiente por línea paterna del rey Bernardo II de León, siendo su abuela Cristina Bermudez, por tanto también era primo del rey Alfonso VI de León.
Fue un personaje muy importante durante el reinado de Alfonso VI, aunque ya antes, en 1071, se le conocía como miembro señalado del rey Sancho II de Castilla, hermano de Alfonso VI que le sucedió en el trono al morir aquel. Magnate de la época, siempre se mantuvo al lado de Alfonso VI como persona de confianza, el rey llegó a nombrarle en 1093 ayo de su único hijo varón, llamado Alfonso Alfonsez.
Conde desde 1081 hasta su muerte, algo muy importante si tenemos en cuenta que al parecer y según documentación existente en el Monasterio de San Juan de Burgos, solo otro magnate llamado Garcia Comas de Navarra ostentaba también el titulo de conde en Castilla.
En 1079 enviado por el rey Alfonso VI, fue a cobrar las parias al rey de Granada, y ayudó a este contra Al-Mutamid, rey de Sevilla, donde se encontraba Rodrigo que también había ido a cobrar las parias del rey sevillano, a quien ayudo a defenderse derrotando a Garcia Ordoñez y al rey de Granada en la batalla de Cabra. Tras la ofensa sufrida a manos de el Cid que lo hizo prisionero reteniéndole cautivo tres días junto con otros magnates, Garcia Ordoñez fue determinante como persona influyente y favorito del rey para menoscabar la confianza del rey Alfonso hacia Rodrigo lo que desembocaría no mucho mas tarde en el destierro del Campeador.
Gobernador de la Rioja desde 1076, en 1092, vio sus tierras atacadas y saqueadas por el Cid que entrando por tierras de Calahorra y Najera atacó sus tierras en 1092, conquistando Alberite y Logroño como represalia por la rivalidad y malas relaciones existentes entre ellos.
Garcia Ordoñez se caso en primeras nupcias con Urraca Garces, hija del rey Garcia Sanchez de Pamplona y de la reina Estefania de Foix, y en segundas con la condesa Ava, hija de Aimerico, vizconde de Rochechovart.
Encontró la muerte el conde Garcia Ordoñez a manos de los almorávides que derrotaron al ejercito comandado por el infante don Sancho, de 14 años de edad, único hijo varón del monarca,  cuando pretendían atacar la fortaleza de Ucles en manos del hermano de Alí ibn Yusuf. En la misma batalla encontró la muerte el infante don Sancho y varios magnates castellanos que le acompañaban.